La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial. Cada año mueren, como mínimo, 2.6 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso. En 2008, 1500 millones de adultos (de 20 y más años) tenían sobrepeso. Dentro de este grupo, más de 200 millones de hombres y cerca de 300 millones de mujeres eran obesos.
Para frenar la epidemia mundial de obesidad es necesaria una estrategia poblacional, multisectorial, multidisciplinaria y adaptada al entorno cultural. El Plan de Acción de la Estrategia Mundial para la Prevención y el Control de las Enfermedades Crónicas, señala una ruta para el establecimiento y fortalecimiento de iniciativas de vigilancia, prevención y tratamiento de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la obesidad.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó la importancia de un Plan aprobado por ministros de salud de las Américas para combatir la obesidad en la niñez y la adolescencia.
El Plan de cinco años de duración plantea, entre otras cosas, promover la lactancia materna, además de alimentos más saludables y mayor actividad física en las escuelas.
También sugiere aumentar los impuestos a la comida chatarra y restringir su comercialización.
Según datos de la OPS el sobrepeso y la obesidad afectan del 20% al 25% de los menores de 19 años en América Latina y a un tercio de los niños y adolescentes de entre 6 y 19 años en los Estados Unidos.
Los factores principales que impulsan ese problema son el consumo excesivo de alimentos procesados, así como las bebidas azucaradas y los bajos niveles de actividad física.
El Plan fue aprobado recientemente durante la sesión anual del Consejo Directivo de la OPS reunido en Washington D.C.