Reducir el consumo de azúcar puede revertir enfermedades metabólicas crónicas, en un corto período de 10 días, afirma un nuevo estudio y según sus investigadores “es la más fuerte evidencia hasta la fecha de los efectos negativos del azúcar”.
«El estudio definitivamente muestra que el azúcar es metabólicamente dañina, no por sus calorías o por su efecto en el peso, sino porque es metabólicamente peligrosa, porque es azúcar», declaró en un comunicado el investigador en jefe y pediatra endocrinólogo, Robert Lustig.
Jean Marc Schwarz, especialista del Colegio de Medicina Osteopática de la Universidad Touro, y uno de los principales autores del estudio, calificó el descubrimiento como «asombroso», y dijo que subraya la importancia de que los padres vigilen el consumo de azúcar en los niños.
Para la investigación se monitoreó a 43 individuos de 9 a 18 años de edad, que tenían por lo menos algún desorden metabólico crónico.
Los niños recibieron durante nueve días alimentos con restricción de azúcar y aumento de almidones para mantener los niveles de grasas, proteínas, carbohidratos y calorías iguales a lo que comían antes del experimento.
Los investigadores señalaron que la sustitución de alimentos se hizo con comidas que les gustan como salchichas de pavo, papas chips y pizza en lugar de cereales azucarados, panes o pasteles dulces y yogurt con azúcar.
«Al quitar el azúcar, los niños comenzaron a responder mejor a los indicadores de saciedad», dijo Schwarz. «Nos dijeron que sentían que habían comido más, pese a consumir el mismo número de calorías que antes, solo que con mucho menos azúcar. Algunos dijeron que los estábamos abrumando con comida».
Los resultados reflejaron una reducción de la presión arterial, de triglicéridos y el colesterol malo.
Este estudio demostró que no todas las calorías son iguales, afirmaron los científicos. De donde proceden las calorías determina a dónde van en el cuerpo. Las calorías del azúcar son las peores porque se convierten en grasa en el hígado, aumentando la resistencia a la insulina y el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y hepáticas.
«Esto tiene enormes implicaciones para la industria de los alimentos, las enfermedades crónicas y el costo del cuidado de salud», finalizaron los investigadores.
0 comentarios