-Llaman a líderes mundiales a colocar en la agenda global la epidemia dual de obesidad y diabetes, junto a los principales asuntos geopolíticos y financieros.
-La diabetes no pone únicamente en riesgo a pacientes también a las economías.
Con información de Reuters | 12 de noviembre, 2015. Expertos en diabetes llamaron este jueves a líderes mundiales a emplear un impuesto al azúcar para combatir la obesidad, argumentando que esta medida ayudaría a salvar vidas y a reducir los presupuestos sanitarios.
Previo a la reunión de líderes del G20 que se llevará a cabo este fin de semana, la Federación Internacional de Diabetes (FID) quiere que la epidemia dual de obesidad y diabetes sea colocada en la agenda global junto a los principales asuntos geopolíticos y financieros.
Con una muerte cada seis segundos, la diabetes cobra más vidas que el VIH, la tuberculosis y la malaria combinadas.
La FID estima que la mayoría de los países gastan entre 5% y 20% del presupuesto sanitario en esta enfermedad.
La diabetes tipo 2, estrechamente ligada la obesidad y a estilos de vida sedentarios, cobra aproximadamente 90% y está creciendo rápidamente, particularmente en las economías en desarrollo donde la población está adoptando dietas occidentales.
El mayor número de personas diabéticas del mundo vive ahora en China.
La diabetes no pone únicamente en riesgo a pacientes también a las economías, de acuerdo con Petra Wilson, directora ejecutiva de la FID, una organización integrada por más de 230 asociaciones nacionales.
Ella urgió a los líderes del grupo de las 20 principales economías emergentes y más avanzadas del mundo (G20) que se reúnen en Turquía los próximos 15 y 16 de noviembre a cooperar en la lucha contra la obesidad de la misma forma en que actuaron juntos en la crisis financiera del 2008.
Wilson afirmó que la llamada fue parte de una campaña en curso de la FID y que al momento no hay señal aún si el G20 abordará el tema.
Se espera que para el año 2040: uno de cada 10 adultos en el planeta sea diabético, los casos de diabetes alcancen 642 millones frente a los 415 millones registrados en 2015 y que el gasto de los presupuestos sanitarios se eleven de $673 mil millones a $802 mil millones.
Algunos países, incluidos México, Chile y Francia, ya han experimentado con diferentes variaciones del impuesto al azúcar, pero se han encontrado obstáculos políticos considerables, así como resistencia de parte de la industria alimentaria.
México, por ejemplo, enfrentó el llamado de algunos legisladores para reducir a la mitad el impuesto a bebidas azucaradas.
Asimismo, el primer ministro británico David Cameron se pronunció en contra de un impuesto de este tipo el mes pasado, a pesar de una campaña de alto perfil que buscaba un impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos.
Wilson, cuya atención inmediata está en conseguir que los gobiernos apoyen el impuesto al refresco y a otras bebidas azucaradas, admite que existen obstáculos pero argumenta que los políticos necesitan proteger la salud pública aprendiendo de las lecciones del tabaco.
“Está muy bien establecido que fuertes impuestos sobre el tabaco y el refuerzo incesante del mensaje que el tabaco no es saludable ha tenido un efecto muy bueno. Es tiempo de que adoptemos un enfoque similar con el azúcar”, declaró a Reuters.
“Es, por supuesto, más difícil con el azúcar porque mientras las personas pueden vivir perfectamente sin tabaco, no pueden vivir completamente sin azúcar –pero los humanos podemos vivir sin azúcares añadidos.”
Fuente: mobile.reuters.com
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