Mexico: La FAO recopiló experiencias exitosas de seis estados del país en el documento Buenas prácticas… Recomiendan combinar trabajo interinstitucional con mejores comedores y huertos pedagógicos, entre otros. 

En el marco del regreso a clases, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) México presentó el documento Buenas prácticas para el control y la reducción del sobrepeso y obesidad en escolares: casos en escuelas primarias de México, el cual presenta seis casos de estados del país donde se logró reducir el sobrepeso y la obesidad en los infantes a través de prácticas como educación alimentaria nutricio­nal, el establecimiento de huertos escolares peda­gógicos, la adopción de menús saludables y la mejoría de la calidad de los co­medores escolares como he­rramienta pedagógica.
Israel Ríos, oficial regional de Nutrición de FAO para América Latina y el Caribe, dijo que el texto pone a disposición una recopilación de experiencias, así como la compilación de buenas prácticas en relación con estrategias relevantes para la prevención y reducción del sobrepeso y la obesidad en el entorno escolar, a través de la promoción de actividades integrales para fomentar una alimentación saludable y actividad física, contemplando ámbitos rurales y urbanos. 

En el documento se presentan seis casos en los estados de Baja California, Ciudad de México, Chiapas, Nuevo León, Puebla y Yucatán. “Las buenas prácticas identificadas sugieren la necesidad de construir mecanismos interinstitucionales dado que la combinación de diversas acciones, resulta más efectivas para la adopción de hábitos saludables de manera sostenida”, refirió Ríos en la presentación del documento en diciembre pasado.

Panorama
El documento, que puede descargarse en www.fao.org, recuerda que el sobrepeso y la obesidad infantil en México son un serio problema social, de salud y educativo. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Medio Camino, del 2016 (Ensanut 2016 mc), estos problemas de salud alcanzan al 33.2% de niños en edad escolar, un porcentaje de los más elevados en el mundo y que ha mantenido un crecimiento promedio de 0.5 puntos porcentuales desde 1999.

La Ensanut 2016 mc, cita, refleja una tendencia de aumento en las zonas rurales y más pobres del país, con incre­mentos importantes de obesidad en mujeres, especialmente en ni­ñas escolares.
Por su parte, el Re­gistro Nacional de Peso y Talla en Escolares de México, refiere que, para el ciclo escolar 2015- 2016, existía un paso del 26.2% de niñas y niños con exceso de peso en primer grado de primaria a 39.2% en sexto grado.
 
“Cabe enfatizar que diversos organismos internacionales han pro­puesto transitar de una mirada de problemática individual a una integral, en donde el sistema ali­mentario y el entorno en el que están inmersos los individuos deben ser necesariamente modificados para favorecer el acceso a dietas saludables, agua potable y el aumento de la actividad física”.

En este sentido, añade, algunos elementos que in­fluyen en el estado de salud de la niñez escolar son: el etiquetado de alimentos, la regulación de publici­dad dirigida a niños, los impuestos a los alimentos poco saludables, subsidios a aquellos saludables y la regulación de declaraciones de propiedades saludables de los pro­ductos procesados, así como la es­tructuración de programas de ali­mentación escolar sostenibles, con la vinculación de productores para la dotación de alimentos frescos, sanos y culturalmente apropiados.

Cóctel antiobesidad
A grandes rasgos y con base en los casos exitosos reportados, el documento enfatiza que para lograr la adopción de hábitos alimen­tarios saludables que se vean reflejados en la mejora del estado nutricional de los estudiantes se requiere de una combinación de acciones en el entorno escolar, como el impulso de programas de alimentación que doten de raciones saludables a los estudiantes, la educación alimen­taria y nutricional, la adopción de menús saludables, la imple­mentación y uso pedagógico del comedor, del huerto esco­lar y del fomento de la actividad física; esto es, utilizarlos como herramientas pedagógicas que favorezcan el aprendizaje en diversas asignaturas como español, matemáticas o ciencias, así como la formación de hábitos saludables. También se requiere el cumplimiento de la normatividad para el expendio y distribución de alimentos y bebidas, así como el fomento de la participación social, principalmente de los padres de familia. “Cuando las escuelas integran gradualmente acciones diversas acordes al contexto rural o urbano, para favorecer la alimentación saludable y actividad física, a la vez que se busca la permanencia de las mismas con acciones desde su integración en la planeación escolar hasta su integración en políticas, se promueve la creación de ambientes saludables dentro y fuera de las escuelas con naturalidad y efectividad”, refiere el documento.

 “Es necesario conjuntar esfuerzos para propiciar un sistema alimentario que facilite dietas sanas, así como el fortalecimiento de los programas de alimentación escolar, en combinación con acciones enfocadas a la adopción de hábitos saludables en las escuelas”, dijo Crispim Moreira, representante de la FAO en México, durante la presentación del documento. La FAO concluye el documento enfatizando que la reducción del sobrepeso y la obesidad en los escolares de Mé­xico debe ser una prioridad y res­ponsabilidad compartida entre el gobierno, padres de familia, docentes, sector privado y otras organizaciones.

 “La FAO en México alienta al gobierno a priorizar el tema y redoblar los esfuerzos para diseñar una estrategia intersectorial pertinente y eficaz contra el sobrepeso y obesidad enfocada en la niñez, además de favorecer la construcción de un sistema alimentario que facilite dietas sanas y accesibles, incluyendo, por supuesto, la alimentación ofrecida en las escuelas”. También alentó al sector privado a cumplir los derechos de la niñez al ofertar alimentos saludables en el marco de las recomendaciones internacionales, “sin dejar de lado, la necesidad de seguir impulsando la mejora de elementos de influencia, como el etiquetado de alimentos y la publicidad dirigida a niños”.
  

 Fuente: Articulo de Isaac Torres Cruz
Categorías: Internacionales

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