El etiquetado Nutriscore, un sistema que califica los alimentos según lo saludables que sean, lleva tiempo debatiéndose en la industria alimentaria como una manera de seguir avanzando en la promoción de los hábitos saludables de alimentación. Algunos grandes fabricantes, como Nestlé, ya han anunciado que van a implementarlo en sus productos pero expertos en nutrición y consumo piden que sea ya obligatorio en todos los alimentos procesados. 

Su uso se ha debatido en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid en una jornada organizada por la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (SEDYN) y el Centro Catalán de la Nutrición del Instituto de Estudios Catalanes (CCNIEC) y que contó además con la participación de otros colectivos como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).

El uso de este etiquetado se ve como una herramienta necesaria para dar información más fácilmente accesible a los consumidores. 
El objetivo final es acabar con el problema de salud pública que supone la obesidad y el sobrepeso, que en conjunto afecta a aproximadamente un tercio de los niños y la mitad de la población adulta. El exceso de peso está ligado a enfermedades del aparato circulatorio y otras metabólicas como la diabetes o los elevados niveles de colesterol en sangre. En ambos casos son enfermedades que bajarían su incidencia con una alimentación más saludable.
Estudios científicos
El uso de Nutri-Score viene además avalado por la evidencia que se ha asociado a su empleo, como explicó en las jornadas la directora ejecutiva de la AESAN, Marta García Pérez. “Habíamos estudiado los diferentes etiquetados frontales, en especial los de los países de nuestro entorno y consideramos, entre ellos, Nutri-Score como el etiquetado frontal de interés, pues se sustenta en una fuerte evidencia científica. Esos estudios científicos demuestran la eficacia, lo que le ha hecho merecedor del apoyo por parte de la OMS-Europa”.
De manera similar lo ven desde el CCNIEC. Su director, Jordi Salas-Salvadó alertó de la necesidad de aplicar medidas que incidan el freno de las tendencias poco saludables. La implementación de las Etiquetas Nutricionales Frontales ha sido recomendada por la Organización Mundial de la Salud como medida para mejorar la compra y la alimentación y cuidar así la salud, previniendo la aparición de enfermedades no transmisibles”.

Desde las organizaciones de consumidores también se unen a esta petición. 
La portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu afirmó que están convencidos de que sumar información multiplica la salud, los consumidores quieren saber lo que comen para poder comer mejor con una dieta completa y equilibrada”. Desde CECU recordaron que los consumidores deben disponer de información nutricional clara para cuidar su salud, evitando la enfermedad. Todas las encuestas nos hablan de necesidades claras en materia de transparencia en el etiquetado de los alimentos, por eso es imprescindible que a lo largo de esta nueva legislatura seamos capaces de dar un vuelco en materia de información a través del etiquetado y la publicidad”, según explicó su presidenta en Madrid Itziar Marín.
¿Cómo funciona Nutri-Score?
Es un logotipo que por medio de colores y letras, de la A a la E, clasifica los alimentos  de mejor a peor. 
Por un lado permite comparar fácilmente los alimentos de un mismo tipo y por otro funciona como un estímulo hacia los fabricantes para crear formulaciones más sanas de los alimentos y que ese esfuerzo quede reflejado de manera clara para el consumidor.
Para la clasificación el sistema emplea un método fijo en independiente que se basa por un lado en la presencia de valores deseables, como pueden ser los contenidos de fibras, de proteínas, del uso de ingredientes como frutas y verduras o aceite de oliva…Y por otro de la presencia de elementos poco saludables o negativos en altas cantidades como el azúcar, la sal o la grasa. El análisis se hace por referencia a 100 gramos de producto, independientemente del tamaño del envase. Una campaña a nivel europeo busca su implantación de manera obligatoria en toda Europa con una petición a la Comisión Europea.
Fuente: hostelvending.com
Categorías: Interés

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